Como todos sabemos, dibujar va más allá de ser una actividad placentera y de entretenimiento. Abre la posibilidad de desarrollar la creatividad. Los trazos, los colores, el espacio que ocupa el dibujo, las formas, entre otros se transforman poco a poco en una intención comunicativa que reflejan la maduración de habilidades y capacidades cognitivas del niño. Como así también la forma en que este vive su mundo.
Comenzamos a dibujar antes de saber leer y escribir. Todos los niños han dibujado en algún momento de su vida. Para ellos, escribe Banks, el dibujo “es una forma de aprender sobre el mundo en el que viven y acerca de su lugar en él”.
¿Y por qué dejamos de hacerlo? Banks sugiere que muchos niños “descubren otras formas de explorar su mundo, se involucran en otras actividades o, más a menudo, simplemente pierden interés. Su conocimiento se desarrolla más deprisa que su habilidad motora”, por lo que llega un momento en el que “no saben dibujar lo que su cerebro ve”, lo que ocurre sobre todo cuando a partir de los 8 o 9 años intentamos plasmar la perspectiva. A consecuencia “se frustran y pierden interés”.
“Dejamos de divertirnos”, resume el ilustrador John Hendrix en The Atlantic. De niños disfrutamos del dibujo sin preocuparnos por nada más, pero llega un momento en el que tenemos que aprender “cómo mostrar la luz, el espacio, la composición, la forma, la línea. Después de eso, tenemos que entrenarnos para jugar otra vez”. En su opinión, disfrutar es un primer paso esencial antes de encontrar nuevas ideas.
Este tema me ha parecido fascinante y, por ello, he querido hacer un pequeño experimento con mis niños con TEA y presentarlo para que podamos disfrutar todos de esta experiencia.
He seleccionado a un grupo de niños autistas de alto funcionamiento entre los 2 años de edad y los 11 años y les he pedido que dibujen un árbol. Por lo que podremos ver las diferentes etapas del dibujo infantil hasta el realismo. Desafortunadamente, no vinieron ese día los niños más mayorcitos y no he tenido la oportunidad de presentar un dibujo que caracterice a la etapa pseudonaturalista.
Cito a continuación las diferentes etapas del dibujo infantil, según Lowenfeld, para que podamos entender mejor el dibujo de mis estudiantes.
ETAPAS DEL DIBUJO INFANTIL.
Etapa del garabateo, de 2 a 4 años.
Etapa preesquemática, de 4 a 7 años.
Etapa esquemática, de 7 a 9 años.
Etapa del realismo, entre los 9 y 12 años.
Etapa pseudo naturalista, entre los 12 y 14 años.
Podéis ver el dibujo en la etapa del garabateo de William que tiene 2 añitos. John con 5 añitos y Mary con 6 años se encuentran en la etapa preesquemática, Sidney con 8 está en la etapa esquemática y Albert con 11 años en la etapa del realismo
Les he dejado libertad para que elijan si dibujar con colores, rotuladores, ceras, así como la elección del árbol que ellos quisieran. Todos ellos estaban encantados con el reto y se lo tomaron muy en serio. Cuando terminaron recorrieron toda la clínica mostrando su dibujo a sus compañeros y a los diferentes maestros y decidimos colgarlos en el mural de honor para que pudieran verlos todos los días y sentirse orgullosos de su obra.
Espero que os gusten.
Un abrazo.