Hola, Alfonso.
Veo que tú también eres de Música. En tu post sobre cómo se nos ocurren las ideas creativas comentabas que se producían en momentos de tranquilidad, relajación, sin distracciones... Cuando menos se piensa en una idea, a veces se aparece de forma más clara en nuestra mente. Creo que tu comentario gira en torno a un término que no has mencionado: la inspiración. Ejemplificando lo que escribiste, se cuenta que Beethoven solía dar largos paseos con una libretilla, donde apuntaba las ideas musicales que le sobrevenían; también Albert Einstein, para descansar de sus cavilaciones sobre física, se ponía a tocar el violín hasta que se le ocurría una solución posible.
En otro comentario respondes a Meritxell sobre cómo podemos descubrir nuestros talentos y habilidades: conociéndonos a nosotros mismos, lo que nos gusta y lo que no. Yo añado también que para ello necesitamos ayuda, sobre todo en la infancia, para tener un amplio abanico de posibilidades sobre las que decidir qué vamos a ser de mayores. Es ahí donde actuamos los padres y los educadores.
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